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Mostrando entradas de junio, 2023

La doncella

 Si Oldboy la visioné como si de un videojuego se tratase y me gustó escasamente, La doncella (en su versión extendida) de Park Chan-wok me ha resultado fascinante.  El guion, obra de Park Cha-wok y Hung Seo Kyung, es la adaptación de la novela Falsa identidad de Sarah Waters. A los 140 minutos de la edición original, la versión extendida suma otros veintiuno. Hay series en MovistarPlus+, Netflix o Filmin que duran menos que esta película, que vista del tirón apabulla, merced a su voluptuosa puesta en escena y que en ningún momento resulta tediosa, al contrario, dado que a medida que avanzamos en la narración y vayamos viendo la tramoya que hay detrás de los personajes y sus acciones, más interesantes se nos tornan, al tomar conciencia de sus intrigas y maquinaciones, de cómo cada uno arrostra su pasado y juega sus cartas sobre el tapete. Entre tanta impostura hay algo que es más fuerte y real, y es el amor que nace entre dos mujeres, la doncella Sookee y su señora Hideko, magnífica

Putos modernos

Serie minimalista de cuatro episodios, a razón de tres minutos por capítulo. La incomunicación no paliada por los riders, el acto de alimentarse como experiencia, la necesidad de desconectar en el campo para seguir conectados, los perritos humanizados; esas cuestiones que vivimos cada día y que forman parte de nuestra puta modernidad .

Y todos arderán

Y todos arderán, de David Hebrero, me recuerda a la serie 30 monedas , cambiando Arévalo por Pedraza. Pueblos pequeños-infiernos grandes en los que se cuecen los jugos de las envidias y rencillas seculares, embebidas en leyendas demoniacas. Hace décadas un niño fue sacrificado. Hoy, una mujer cuyo hijo se suicidó, harto del acoso y hostigamiento recibido a cuenta de no "ser normal" ya que sufra enanismo, quiere hacer lo mismo tirándose de un puente. No sale su empresa según lo previsto pues será retenida por una niña con superpoderes, a través de la cual la madre logrará hablar con Lolo, su hijo muerto. La estética de la película parece sacada de un cuento de los hermanos Grimm, saltándose a la torera cualquier corrección política. En ese sentido la película es gamberra, desenfadada, transgresora y es su punto fuerte. Pero a medida que avanza el metraje va perdiendo fuelle, y esto también me recuerda a la serie de Álex de la Iglesia. Abunda en el disparate, sin hacer ascos a