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Presentes

En mi cumpleaños pienso en un relato que leí en su día, Verónica y los dones , de Pedro Ugarte, donde Verónica siempre acertaba con los regalos que hacía a sus seres queridos. Regalos que no eran el fruto maduro de un deseo musitado, o dejándolo caer, cuando no una afirmación abonando el camino, sino el resultado de la aguda observación, del pleno conocimiento, del predictor infalible que a ciencia cierta sabe cuales son nuestros deseos más ocultos. Un presente que causará en el regalado tanto placer como asombro, incluso recelo. En ausencia de Verónica, los regalos son un vinilo de Viva Suecia, un libro de Bruno Belmonte, Toda la verdad sobre los señores de provincias , 14 de abril ( Cerdà me recuerda mucho, para bien, a Vuillard , que tiene un libro magnífico: 14 de julio ), una colonia, un cómic: Warburg & Beach, el poemario bilingüe de Rimbaud, en suma, el reverso de las no-cosas de Byung-Chul Han.

No-cosas

  Leo no-cosas de Byung - Chul Han y pienso en los años de mi mocedad, cuando trajinaba con el walkman, el discman, el tocadiscos, los casetes, las cintas de vídeo, los vinilos, los libros. Observaba las portadas, copiaba las letras, grababa canciones de la radio, registraba los episodios de Doctor en Alaska o de Aquellos maravillosos años en videocasetes. Llamaba desde las cabinas para conversar. No existían los audios, que fragmentan y difieren la “conversación” y que deja de serlo como tal. Aquellos objetos de mi adolescencia han sido desplazados o se han vuelto innecesarios con el streaming , con aplicaciones como spotify , con los libros electrónicos. Describe muy bien todo esto Byung - Chul Han en su ensayo, cómo las cosas se convierten en no-cosas devoradas por lo virtual, porque la digitalización desmaterializa y descorporeiza el mundo. Todos aquellos objetos eran un contenedor de nuestra experiencia y nuestros recuerdos. Recuerdo cuándo compré los vinilos, lo que me deparó s