Cuando ves Vértigo , película precursora, no imaginas que en un momento determinado, frente a un tocón, el insignificante tiempo humano quedará tan bien reflejado. Ahí se ven bien las marcas de los distintos siglos, en la madera, en círculos concéntricos. El momento presente sería ahí una línea apenas imperceptible, tanto como encontrar un par de náufragos a la deriva en el océano, sin derrota, y sin victoria alguna. Y cuando veas la yema recorrer la madera será cuando sentirás el vértigo de vivir, la consciencia de la finitud, cuando el miedo tocará a rebato, no para protegerla, sino para ultimarla.
NOTAS, APUNTES, ESCRITOS, FRICCIONES Y EXTRAVÍOS DE FRANCISCO HERMOSO DE MENDOZA