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Mostrando las entradas etiquetadas como Relato

Muerte en reversa

Muere. Asfixiado. Sin oxígeno. Corazón órgano inútil. Aplastado antes sobre la valla. En el puesto fronterizo de Na­dor. España al otro lado, estirando el brazo. No ha dejado de intentarlo. La tenacidad la aprendió de su madre. Un intento fallido tras otro. Como una pelota de frontenis rebota hacia el interior una docena de ocasiones: Beni Melal, Chichaoua, El Kela des Sraghna... Marruecos es un muro. No puede es­perar en Oujda la posible concesión del asilo. Ahora está en Argelia, en Maghnia. No conocerá el amor. Sueña con fron­teras porosas. Ha perdido la cuenta de las veces que lo han desvalijado. Duerme bajo un puente. Trabaja en lo que sea. Un pensamiento: sobrevivir. Obtiene una miseria por doce horas de trabajo diario como peón. Otra vez a un centro de internamiento en Libia. Cuando ya ve el final unos brazos lo suben a una embarcación. Caen de la barca neumática. Surca el mediterráneo. Deja tierra firme. Anhela vivir en paz. Tener una vida. Camina hacia Libia. El mapamundi es u...

Últimas noticias de la humanidad (relato)

¿Cómo era posible que en 2089 aún hubiera calvos cuando los tetrapléjicos hacía ya décadas que habían abandonado las camas y sillas de ruedas para volver a hacer vida normal; cuando la luna estaba desquiciada con tanta despedida de soltera conculcando y emponzoñando sus dominios cada fin de semana; cuando los paquetes de HORIZON que monopolizaban el irrespirable espacio aéreo viajaban por el aire con la ligereza de una pluma (licencia poética del narrador, dado que ya no había aves en el cielo ni árboles en la tierra y las únicas plantas conocidas eran las petroquímicas) hasta llegar a los hogares domóticos, cuyas azoteas estaban revestidas en su totalidad con placas solares, acogiendo en un espacio minúsculo el amerizaje de los drones; cuando se preparaban viajes espaciales, evidentemente a precios astronómicos, para ir a visitar nuevas galaxias recién descubiertas. Sí, el infinito al alcance de la mano, no de cualquiera, por supuesto, sino de unos pocos ¿afortunados?, dado que el p...