Como en un inesperado truco de magia, Julio, un actor, desaparece al finalizar una película. Décadas después un programa de investigación recupera su figura y el destino quiere que Julio sea hallado con la memoria extraviada. Miguel, el director de cine con el que filmó su última película, amigo suyo, se plantea la posibilidad de que el cine le permita a Julio reconocerse en la gran pantalla y dar respuesta así a algunos interrogantes. Víctor Erice, a través de poderosas imágenes, plantea una interesante reflexión acerca de la identidad, la memoria, la magia del cine, la vejez y la enfermedad.
NOTAS, APUNTES, ESCRITOS, FRICCIONES Y EXTRAVÍOS DE FRANCISCO HERMOSO DE MENDOZA