El género del terror centrado en los zombis busca siempre reinventarse, o si se quiere, ir dando pasos al frente. En Los hambrientos , a los zombis se les reconocerá por los baladros exhalados al éter, anunciadores de su presencia. De esta manera, los no infectados son alertados. Además, vemos cómo los zombis parecen tener algo de inteligencia, aunque nunca sabremos qué sucede dentro de un zombi, ni de qué pasta están hechos. Los veremos erigir grandes construcciones con objetos: una suerte de Torre de Babel que no parece ser aquí metáfora de desafío alguno. Por lo demás, todo resulta trillado.
Lecturas, viajes, excursiones, visionados, pensamientos, cuentos y eufonías