Se me antojaba un libro pequeño, en apariencia lo es, pero una vez liberado del plástico compruebo que son más de 300 páginas de papel biblia que leo con devoción . Un leer que es tanto como seguir el imprevisible curso y decurso de los pensamientos de Climent quien va fijando como chinchetas en un corcho, los sonidos (¿o son cantares?) de pájaros, de la maquinaria en su laboreo. O bien los pensamientos que conducen a Egipto, a los mitos, a Dalí y su bigote, a las moscas homicidas. De esta guisa voy leyendo ensimismado y ajeno a cuanto me rodea .
Lecturas, viajes, excursiones, visionados, pensamientos, cuentos y eufonías