Cuentos otoñales (tercero)

 Matriz acogedora de noctívagos como ellos es el búho. En el interior rodante son esfera espasmódica junto al cristal. Geometría vociferante más que ronda, cero armonía, un diez en belicosidad decibélica. El conductor, ellos, la noche cerrada (por hermética) y para de contar. La luz amarillenta de las farolas marca el camino. Presionan el cuadrado botón rojo en la barra vertical. Parranda solicitada creen leer en la pantalla, precipitando la erupción del frenesí mancomunado. Siete contra uno. El búho toma velocidad en la Gran Avenida. Pero no para despegar, sino para frenar bruscamente. Míralos: son moscones estampados en el ventanón.

Comentarios

Entradas populares de este blog

Del abismo al extravío

Cuentos otoñales (primero)

Los días del devenir