Solaces pre-solares

Cambia tanto la fisonomía de la ciudad que ya es imposible encontrar en el centro urbano los descampados de mi niñez. Sin embargo, en las zonas periféricas, el boom inmobiliario estalló y quedaron edificios sin construir, en terrenos desiertos, y allí es posible encontrar hoy lomas cubiertas de vegetación o de rastrojos, por las cuales pululan perros tirando de las correas de sus amos, embebidos estos en el líquido amniótico de pantallas cristalinas. Paseo y paso desapercibido, subo y bajo por  montículos de tierra reseca, amarilleados por hierba rala, aparto latas con el pie, y me embarga la felicidad, al recuperar, por unos momentos, algo que ya daba por perdido: el solaz previo al solar.

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