Harto de estar harto de escuchar decir a su amigo Mikel que La música era el outlet de la literatura , decidió coger del trastero el radiocasete con doble pletina y una cinta de Serrat que en su mocedad había escuchado en bucle camino de Salou y Benidorm, coincidiendo con las festividades locales. Hizo sonar tres veces Pueblo blanco . Luego, de común acuerdo, Mikel hubo de comerse las manidas ocho palabras a palo seco. Nadie sabía de su intolerancia a los anglicismos hasta ver cortado súbitamente el hilo de la vida. Adiós pues al vuelo de palomas y hola al cementerio.
NOTAS, APUNTES Y ESCRITOS DE FRANCISCO HERMOSO DE MENDOZA