Cuentos veraniegos (octavo)

 

Cruzarás el traforo y dejarás Francia para entrar en Italia. Como tú, otros muchos turistas y camioneros. Delante de ti una furgoneta camperizada permanece quieta. Su conductor busca la sombra, desatiende la lógica de las colas, y desestima el traqueteo de avanzar apenas unos pocos metros. La impaciencia te lleva a rebasarlo. Chirrían entonces los neumáticos. Con la agilidad de un felino ya está a tu izquierda. Baja la ventanilla airado. Expele aire con trazas de insulto. No hay diálogo posible en el exabrupto. Tampoco limará el lenguaje la bronca situación. Avanzáis. Dentro del túnel tomará la palabra el silencio.

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