No verás surgir del cementerio la
escalera celestial, sino un carril bici que protegido te conducirá hasta
tierras navarras. En el polígono Cantabria te recibe el olor del café tostado.
Paras en el talud. Entre la maleza ves un acceso a otra dimensión. Eso piensas.
Según la mirada entra en la oquedad ves cómo esta se va estrechando. Pero es
una ilusión óptica. El acceso no es aquí un coito, ni la ilusión es una
esperanza, solo posibilidades del lenguaje, acepciones o aceptaciones, en este maremágnum
que te vuelve la cabeza del revés. Sí: spin, spin, spin the black circle.