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Cuando el corazón se cierra hace más ruido que una puerta (Francisco Hermoso de Mendoza)

  Ya a la venta en  la web de Ápeiron Ediciones y Distriforma , y en breve en la Casa del libro , Todostuslibros , Amazon , Agapea , Libelista , Elkar , Popular libros , Fnac , Librería Proteo , Lalibreríaonline . También físicamente en las librerías de Santos Ochoa , mi novela negra Cuando el corazón se cierra hace más ruido que una puerta . Ápeiron Ediciones; 2025; 126 páginas . P.V.P. : 14 Euros     Sinopsis : Cuando el corazón se cierra hace más ruido que una puerta es otra vuelta de tuerca más en la singular novelística de Francisco Hermoso de Mendoza. El reencuentro de un grupo de amigos y sus parejas en una Casa Rural durante cuatro días, pasará de ser algo entrañable y amistoso a convertirse en una escalofriante, violenta y claustrofóbica pesadilla. Un contundente thriller, inquietante , oscuro y psicológico en el que el autor muestra las miserias humanas en todo su esplendor. Novela coral, misteriosa y trepidante cuyos inesperados giros mantendrá...

Literatura de la lluvia

Cuántos ayes y lamentos a cuenta de la mucha agua caída esta semana. Camino de Pancorbo el horizonte reposa sobra una alfombra bien tupida de cereal. Miro por el cristal, el aguacero queda fuera. Pienso en la lluvia como fuente de buena literatura.  Llueve mansamente y sin parar, llueve sin ganas pero con una infinita paciencia, como toda la vida, llueve sobre la tierra que es del mismo color que el cielo, entre blando verde y blando gris ceniciento .   Así comienza Mazurca para dos muertos . Y hay más, mucha más agua. Llueve como en la guerra y en la paz,  da gusto ver llover sin que se sienta el fin,  a lo mejor el fin de la lluvia es el fin de la vida.

Escape

  Escape sería el exit , el éxitus , la muerte. O no. El protagonista de la película no quiere nada, ni siquiera un nombre. Se lo cambia y su nombre pasa a ser su deneí, letra incluida. No quiere hacer nada, tomar ninguna decisión. Piensa que en la cárcel solucionará todos sus problemas, que se lo darán todo hecho. Muy mal debe andar uno de la azotea cuando una camisa de fuerza aherrojando tu cuerpo es lo más parecido a la felicidad. Esta nada a la que aspira el protagonista, su nihilismo radical, puede devenir en una nadería fílmica. Es un peligro que la película asume y se consuma en su metraje interminable.  

Attenberg (Athina Rachel Tsangari)

  Hay películas como Música de Angela Schanelec o Attenberg de Athina Rachel Tsangari que desafían lo convencional y abundan en los derroteros de lo incomprensible. Se acumulan conductas extrañas, procederes espasmódicos, y la juventud de Marina hendiendo aquí la gelatina del presente. Attenberg es Attenborough ; los humanos también podemos ser animales objetos de estudio, más parecidos de los que nos imaginamos. La cámara es el bisturí, la lente disecciona. Marina acompañará a su padre en su camino hacia la muerte. Descubrirá el sexo y los límites de la amistad. La extrañeza está aquí servida. También el asombro. ¿Atina, Athina? Sí.

El comienzo de la primavera (Patricio Pron)

  Una pregunta que siempre nos haremos, o deberíamos hacernos, es cómo fue posible que un pueblo como el alemán aupara en el poder al nacionalsocialismo, y luego, una vez con los nazis al mando, practicando estos su política de exterminio y genocidio, el pueblo alemán, bien activa o pasivamente, dejara hacer, o bien se escudara en eso tan manido de « no sabíamos nada de lo que ocurría en los campos de concentración, ni tampoco por qué todos los vecinos judíos que eran expulsados a la fuerza de sus hogares, ya no regresaban ». Acabada la Segunda Guerra Mundial, tras la derrota de Alemania, hay un sentimiento de culpa colectiva que sirve y permite a casi todos purgar sus culpas individuales. Nadie quiere entonces mirar para atrás, remover el pasado, afrontar lo que hicieron, preguntarse si quiera cómo pudieron formar parte de tal abominación. Al igual que esos abuelitos entrañables que en el presente juegan con sus nietos (vale la pena leer el relato La ceremonia de Ricardo Menénde...

El amor de la clase que sea

  Tras leer el libro de Jan Morris , La casa de una escritora en Gales , descubrí más cosas sobre su interesantísima vida errante. Existencia que incluye una muy bella historia de amor, pues Jan nació James. Se casó con Elizabeth en 1949, tuvieron varios hijos, se cambió de sexo en 1972 y tuvo que divorciarse de Elizabeth, pues en el Reino Unido dos mujeres no podían estar casadas. Hasta que en 2008 volvieron a casarse. Si escuchan que hay quien ama a la persona, sin importar el género, piensen en Jan, y lean sus libros. Disfrutarán lo que sí está escrito.