Ir al contenido principal

Entradas

Mostrando las entradas etiquetadas como Janículo

A galopar, a galopar

  No siendo Livingstone tu espíritu viajero te mueve a ir más allá de las siete colinas, hasta la octava: la colina del Janículo. Quieres coger la distancia apropiada para ver Roma en toda su extensión. Antes de llegar al altozano, a lo lejos, divisas un faro. Miras a tu alrededor ¿Roma ha mudado en Nápoles? No. Es un regalo de los migrantes italianos que fueron a la Argentina. Hoy no lo verás iluminado con los colores patrios. Avanzas hasta situarte bajo la estatua ecuestre de Garibaldi. Pero ahora el espíritu infantil tira de ti y no quieres equinos sino ponis.