Recuerdas que lo llamabais Petete. No sabes si por El libro gordo de Petete o porque leía todo lo que caía en sus manos, mientras el resto estábamos jugando en el patio cubierto del colegio, él se quedaba leyendo en la biblioteca. Nos hablaba de los Episodios Nacionales de Galdós, ¡¡¡con once años!!! Decía que la biblioteca se le había quedado ya pequeña. Porque ingente fue siempre su curiosidad. El otro día lo viste en la televisión. Calzaba txapela, ayudaba a unos pastores con la trashumancia a su paso por Madrid, gritaste ¡Petete! Como es de suponer no te contestó.