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La soga

El crimen perfecto como arte, en un único escenario, rodada la película en color, en un plano secuencia, en 1948, tres años después de finalizar la Segunda Guerra Mundial. Un joven maquiavélico decide consumar un crimen junto a un amigo, y recrearse en su acción. Para ello da una fiesta e invita a la novia y a los padres del asesinado (con una soga). El misterio pasa por ver si los descubrirán o no. El soporte teórico es la necesidad de librarse de los seres inferiores. Comparece Así habló Zaratrusta de Nietzsche, el superhombre, Hitler. El mal y su banalidad.