La estrella azul nos cuenta la vida del músico Mauricio Aznar, al frente
del grupo zaragozano Más birras. De ese grupo solo conozco una canción,
Apuesta por el rock and roll, porque Los héroes del silencio hicieron
una versión de este tema.
Son los años 90 y Mauricio necesita dejar Zaragoza y buscar otros
horizontes. Cruza el charco hasta llegar a Argentina, a Santiago del
Estero. Como todo buen viaje, el viaje es un viaje interior, y lo
interesante en la película es la sutil transformación que experimenta
Mauricio en su contacto con Don Carlos, un músico local, ahora apartado
del mundillo, que lo acoge en su casa como a un hijo dispuesto a
aprender, no solo de cuestiones musicales sino también vitales.
Mauricio ve cómo allí la música forma parte de la vida de las personas,
suena en las fiestas, donde la gente baila, y cada vez sentirá más
interés por las letras y la música, por ese folclore que quiere también
hacer suyo, al tiempo que irá sanándose, porque la música y los otros,
cuando son de naturaleza generosa, son capaces de cauterizarnos
cualquier herida. También propiciará en Mauricio la llegada de las musas
y por ende, su capacidad para crear nuevas canciones.
El regreso a Zaragoza no será el esperado. Mauricio ha cambiado y quiere
incorporar lo aprendido a su repertorio, hacer una gira con Don Carlos,
para que por estos lares sepan lo gran músico y cantante que es, pero
el mercado musical no está para estas historias y quiere que Mauricio
siga apostando por el rock´n´roll.
Muy plausible el debut en la dirección de Javier Macipe, responsable asimismo del guion y gran interpetación de Pepe Lorente.