Todas nosotras dispuestas en
formación. Las más manoseadas delante. La inmensa mayoría solo hacemos bulto.
Sea por interés, por el dictado del mercado, sea por ignorancia. Nuestra
extinción está ahí, a la vuelta de la esquina, si hubiera esquinas. Somos como
ese órgano que desaparece por no usarlo. Es posible que esto deba de ser así:
la renovación, la regeneración, la adaptación. No obstante, él lo intenta, lo
sabemos de buena tinta, es un decir, pues todos escriben hoy en teclados. Busca
darnos algo de vida, una oportunidad, pero hay muchos peros, demasiado
desinterés. El diccionario es nuestra fosa común.