La felicidad es la foto enmarcada de rostros sonrientes y polvorientos que te miran al otro lado del cristal. También la vaca despreocupada que rumia el presente en el camino, y tiras del rabo para que eche a andar y se mueva. Pero no es eso lo que buscas. No. Es la ilusión. La ilusión es el rayo en la tormenta. El zurriagazo que sientes cuando te sientes vivo. La ilusión es anterior y posterior a la felicidad. Es el antes y el después. Y la felicidad no es el durante. Es la foto abarquillada en los bordes; algo episódico.