Es la identidad un tema que nos
ocupa y preocupa, ¿no? Así Una, en la magnífica interpretación de Miriam
Odorico, aborda la cuestión, sobre una novela de Pirandello: Uno, ninguno y
cien mil. ¿Somos algo intrínseco o la imagen formada a ojos de los demás? Somos
lo que somos, lo que pensamos que somos, lo que los demás piensan de nosotros.
Un pensamiento capilar que se ramifica en cada espectador. Miriam, tan próxima
en el escenario, que no es tal, despliega toda su versatilidad gestual en cada
máscara, en cada capa de cebolla, en el mullido grosor de la identidad.