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Una femmina (Francesco Costabile)

 

Sigo visionando películas sobre ese monstruo social conocido como mafia. El otro día comentaba Ti mangio il cuore. Ahora cambiamos la Puglia por Calabria (en la punta de la bota italiana). Aquí la mafia local es la Ndrangheta

Aquí el Diablo no se viste de Prada
Rosa es una flor que dio a nacer en un vertedero moral. Vive junto a su abuela y su tío: dos diablos. La madre de Rosa murió asesinada. Rosa lo irá descubriendo poco a poco. El enemigo no está a las puertas, está dentro.  

La tesitura de Rosa es qué hacer con una familia como la suya, en el corazón de la ndraguetta. Bajar la mirada cuando su tío le habla, recrimina y amonesta y hacer la vista mórbida a todo cuanto sucede a su alrededor; todo relacionado con la violencia, las venganzas, el trapicheo. O el acaecer de una metamorfosis que nadie espera: que la rosa se convierta en un cactus espinoso, en una planta carnívora. Y no agachar las orejas sino sacar pecho. No ser más una víctima silente sino un ángel vengador. 

La actriz calabresa Lina Siciliano

Planear la venganza con calma y despachar a unos con balas y a otras con palabras. Ir a donde más duele, convertirse en un inopinado caballo de Troya. 

Me agrada mucho el tono calmo y moroso que gasta su director Francesco Costabile en esta opera prima. Sin urgencias ni apremios, dejando que la venganza se vaya preparando lentamente, como se cocina un buen ragú. Y qué gran acierto la elección de la actriz Lina Siciliano como Rosa. A veces nada crispa más en los demás que un silencio empecinado y un mirar escrutador. 

La película está basada en hechos reales. La historia de una mujer que delató a los suyos, y que digo yo que de suyos, ¡maldita pertenencia!, tienen poco, si estos son capaces de matar a su madre, por la supervivencia de su mafia. 

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