Ir al contenido principal

Crónica de una muerte anunciada

Veía el documental sobre Marc-André Leclerc y no dejaba de preguntarme dónde es capaz el ser humano de situar sus límites. Al ver a Marc-André escalar paredes verticales heladas equipado con crampones y piolets, sin cuerda, te preguntas cuando dejará de acompañarle la suerte, porque el joven, como se ve en el documental no esconde que lo que hace es peligroso, que son muchas cosas las que pueden fallar, máxime si la escalada es sobre paredes heladas, agua solidificada, que en cualquier momento puede resquebrajarse. Marc-André escala montañas y lo hace fuera de los focos. Su pasión no es nada mediática. Es una especie de Salinger de las montañas. Después de ir a la Patagonia y ascender en invierno la Torre Egger,  en la escalada a las Torres de Mendenhall, en Alaska, equipado con cuerda y acompañado de Georges Johnson, en el descenso algo falla y les sobreviene la muerte, con veinticinco años. 

«No tenemos un tiempo escaso, sino que perdemos mucho. La vida es lo bastante larga y para realizar las cosas más importantes se nos ha otorgado con generosidad, si se emplea bien toda ella. Pero si se desparrama en la ostentación y la dejadez, donde no se gasta en nada bueno, cuando al fin nos acosa el inevitable trance final, nos damos cuenta de que ha pasado una vida que no supimos que estaba pasando»

 Es muy posible que Marc-André no hubiera leído a Séneca, pero tenía muy claro cómo debía aprovechar su tiempo. Los veinticinco años que vivió, visto el documental y su entrega diaria, los exprimió al máximo. 

Comentarios

Entradas populares de este blog

Hornillos de Cameros, Torremuña, Nido Cuervo, La Atalaya

Hoy nos movemos por una de las zonas más bonitas de la Rioja: el Camero Viejo. Partimos del pueblo de Hornillos de Cameros. No vamos siguiendo las huellas de dinosaurio (en el yacimiento de La Pellejera se han descubierto 730 icnitas). Aún no son las diez de la mañana y ya brilla el sol con fuerza.  Hornillos es un municipio con doce vecinos empadronados. Nosotros somos más de dos docenas y seis coches que aparcamos próximos al exiguo frontón. Hay quien antes de comenzar la travesía las ve venir en movimiento, en el vaivén de los columpios , frente a la Ermita de San Adrián. Ya en ruta no tardaremos mucho en ver los restos de la iglesia de Santa María de la Blanca, en tomar algunas fotos frente al hastial, en Torremuña . Pueblo abandonado que parece haber cobrado nueva vida, y que ahora es noticia a cuenta de una obra de teatro sobre la sustracción de las tablillas del retablo , en la referida iglesia, cinco décadas atrás. Tras avanzar por una pista que deja un hayedo a nuestra d...

San Lorenzo

  No hay que esperar a la Navidad para pasar una noche buena. Tampoco es necesario esperar a la Nochevieja para ascender el monte más alto de la Rioja, el San Lorenzo. Por eso, hoy, 30 de diciembre van once discípulos de la montaña hacia la cumbre nevada. Cuesta verlos entre el blanco cegador, cuando en el mirada se funden el blanco de la nieve y el éter del mar de nubes. No os llegará la algarabía de los niños abajo esquiando, porque en lo alto reina el silencio, solo roto en la cima por el petardazo del cava espumoso, 100% natural, haciendo acto de presencia.  Al resguardo del aire, las espaldas apoyadas en la caseta de lata, las copas en alto, en un trajinar de nueces garrapiñadas, polvorones, palmeras caseras, chocolates varios, irá la alegría hilando palabras, villancicos, propósitos. La mirada se desparrama en todas las direcciones desde el panóptico en el que el monte se ha transformado. El hielo irá desplegando su arte en pequeñas joyas, para la mirada atenta. ...

Untzillaitz

Envidias el fluido volar de los buitres, la ligereza de las cabras montesas en la cima, a las jóvenes amazonas vascas que te rebasan; mientras, tú, con tus pesados pies y el corazón tan acelerado, camino de la cumbre. Lo logras. Abajo Durango, el mar al fondo. Pero el viento, la posible lluvia, la concurrencia; todo anima al descenso. ¿Ves el hilo de tierra pegada a la roca? El magro camino que te abocará luego al bosque. Manzanas, nueces, castañas entre la tierra húmeda.  Observas cómo en la tapia, sin tierra, brotan las margaritas. Siempre logra la vida abrirse paso.