Los límites del amor

 

 


Escucho en una canción Le llamáis poliamor a los cuernos de siempre. Petr y Hana, la pareja protagonista de esta película polaca dirigida por Tomasz Winski está ávida (más ella que él) de experimentar con otros cuerpos y en vez de ponerse los cuernos a escondidas, deciden abrir su relación. Pero sabemos que todo lo que hacemos y no hacemos nos acaba pasando factura, en el paso que conduce de la teoría a la práctica. Abrirse a otras parejas les resulta excitante, prometedor, es un aliciente para sobrellevar las consecuencias de la rutina. Así cada uno por su lado irá manteniendo contactos sexuales. Luego se contarán cómo les ha ido. La seguridad y confianza mutua que les ha proporcionado la relación comienza a debilitarse y emponzoñarse al comprobar Petr que su mujer es capaz de gozar más intensamente en otras camas, con otros cuerpos, e incluso alcanzar orgasmos para ella inéditos. A Petr, la libertad de experimentar que se le otorga, muy lejos de serle placentero, le resulta gravoso y doloroso. Esta asimetría en la relación abierta conllevará reproches,  quejas, acusaciones. Abrir la relación les supone, en definitiva, reflexionar acerca de cuáles son los límites del amor y también de qué es el amor, qué efectos tiene mantener sexo con otras personas, y cómo esto transforma a quien lo lleva a cabo, si el fuego del deseo es capaz de devorarlos o no, si el amor compartido es un amor diluido o no. 

El final no es relevante. Que Petr y Hana sigan juntos o no, no es lo importante, lo crucial aquí es ver cómo la relación abierta les ha transformado y ante qué abismos los ha emplazado.

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