Black Mirror ofrece historias
distópicas que resultan terribles por lo posible que parece su materialización
en el corto plazo. “Joan es horrible” es un capítulo en donde un algoritmo
permite crear imágenes que copian casi en tiempo real la vida de una joven. Lo
que esta hace en su día a día pasa inadvertido, pero cuando su proceder se ve a
través de una pantalla, surgen entonces inquisidores por doquier que la
critican y censuran. No hay espacio alguno para la intimidad en una sociedad
transparente, convertido el orbe en un escaparate global donde lo privado es un
concepto periclitado.
Envidias el fluido volar de los buitres, la ligereza de las cabras montesas en la cima, a las jóvenes amazonas vascas que te rebasan; mientras, tú, con tus pesados pies y el corazón tan acelerado, camino de la cumbre. Lo logras. Abajo Durango, el mar al fondo. Pero el viento, la posible lluvia, la concurrencia; todo anima al descenso. ¿Ves el hilo de tierra pegada a la roca? El magro camino que te abocará luego al bosque. Manzanas, nueces, castañas entre la tierra húmeda. Observas cómo en la tapia, sin tierra, brotan las margaritas. Siempre logra la vida abrirse paso.