Matria

 

Hacia dónde te empuja o arrolla la vida, el día a día repetido y la insatisfacción permanente. En el pozo en que estás no llega la luz, pero sí el ruido: atronador; aparta de ti al hombre indolente que no comparte y sí divide tu vida, aleja a tu hija para que actúe, yerre, crezca y viva. Plántate, pero no para fijarte en un sitio como un monolito ajeno a todo. No seas estatua sino alma volandera. Mira al horizonte. Todo es cielo y el porvenir una promesa. Lo sabes ahora, sentada en el tren, algo roto está ya renaciendo.

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