Plantón

 Me resultó tan improbable que tuve que acercarme a medio metro para confirmar que era Matthew Fox. Allí estaba él, en una galería romana. Vencí mi timidez y, por primera vez en mi vida, decidí acercarme a un famoso y pedirle con mi inglés patatero una foto juntos. Buscó Fox apurado una salida, previendo quizás la inminente nube de admiradores. Me quedé con un palmo de narices. Mi mujer me animaba diciéndome que quizás no me había entendido. No photos. Repetía yo las palabras del actor como un eco, abatido, y en bucle, elevándolas hacia la gran cúpula de cristal. 

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