Madera de antihéroe

Nada que ver con la sensualidad que rezuman los bikini bridge , pero después de la ascensión, bien ventilado tras atravesar el collado, habiendo dejado de lado el vivac y pisando lascas de piedra, lejos ya del cascabeleo de los cencerros y cada vez más cerca de un cielo despejado y elástico, ya en la cumbre, es menester sacar el móvil y ejecutar un sándwich leg . Al frente los picos graníticos recortándose en el horizonte, buscando (como a Willy) el ibón de Acherito, reflejo de agua en lontananza que no atiende a un espejismo, a pesar del esfuerzo y la fatiga.

  El desprecio es lo que viene tras un acontecimiento inesperado, después del cual se ve traicionada la confianza matrimonial, cruzando una línea de no retorno detrás del abismo abierto, sin posibilidad de avenirse. Luego veremos un rosario de cruces de acusaciones sobre un presunto malentendido. Si aquí se plantea que Ulises no quería volver a casa, Camille parece buscar cualquier excusa para alejar a Paul de su lado. Pero después del tortazo no tendría sentido quedarse. Desprecio por el paisaje es también el que demostró Curzio Malaparte al construir su casa sobre el risco capriota que vemos en el film.

  Harto de estar harto de escuchar decir a su amigo Mikel que La música era el outlet de la literatura , decidió coger del trastero el radiocasete con doble pletina y una cinta de Serrat que en su mocedad había escuchado en bucle camino de Salou y Benidorm, coincidiendo con las festividades locales. Hizo sonar tres veces Pueblo blanco . Luego, de común acuerdo, Mikel hubo de comerse las manidas ocho palabras a palo seco. Nadie sabía de su intolerancia a los anglicismos hasta ver cortado súbitamente el hilo de la vida. Adiós pues al vuelo de palomas y hola al cementerio.