El alcoholismo: vórtice que
subsume a una mujer y arrastra con ella a su hija. Luego la terapia, la rehabilitación
y la recaída. Culpa, perdón, redención, si es posible. El gollete de la botella
siempre es una amenaza; los fantasmas de menoscabarse en la adicción es el
elefante que siempre estará ahí. El miedo materno a la soledad, a quedarse
consigo misma. Los afectos, la dependencia emocional, los lazos (o sogas) familiares,
el entramado o hábitat humano que trata aquí de manifestarse. Una voz queda, en
sordina, temerosa. La más potente y expresiva aquí es la del cuerpo de baile.