Se fue 2024. Año de muy buenas lecturas. Piensas en El tiempo de nuestras canciones, Plomo en los bolsillos: Malandanzas, fanfarronadas, traiciones, alegrías, hazañas y sorpresas del Tour de Francia, El abismo del olvido, El diario de Hamlet García, España fea: El caos urbano, el mayor fracaso de la democracia, Presentes, La plaza del diamante, El arte de volar, Cúbit, Breve relación de vidas extraordinarias, Manual de inquisidores, El Museo, Días bajo el cielo, Sinopse de amor y guerra, La orilla del camino y Minimosca. Llámalo sumun 2024.
Envidias el fluido volar de los buitres, la ligereza de las cabras montesas en la cima, a las jóvenes amazonas vascas que te rebasan; mientras, tú, con tus pesados pies y el corazón tan acelerado, camino de la cumbre. Lo logras. Abajo Durango, el mar al fondo. Pero el viento, la posible lluvia, la concurrencia; todo anima al descenso. ¿Ves el hilo de tierra pegada a la roca? El magro camino que te abocará luego al bosque. Manzanas, nueces, castañas entre la tierra húmeda. Observas cómo en la tapia, sin tierra, brotan las margaritas. Siempre logra la vida abrirse paso.