Las vacaciones de un padre y su hija son ya una costumbre. Ella cuenta once años. Su padre, también joven, parece su hermano. Acuden a un hotel en Turquía, hacen excursiones, pasan tiempo en el hotel. Ven con envidia los parapentes en el cielo. La hija habla como si fuese una adulta y presenta pareja madurez en su comportamiento. Su cuerpo crece y la relación entre ellos debe ir acomodándose a las circunstancias. No sabemos qué atormenta al joven padre. Incluso hablan sobre la condición del exiliado, sobre no pertenecer a ningún lugar. En ese espacio crece esta preciosa película.