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Las cositas del leer (décimo)

  Es posible que algún turista, en su deambular por la calle Bretón de los Herreros, se detenga ante la figura femenina de bronce patinado ubicada frente al Teatro homónimo y repare en el libro sujetado con las palmas de las manos, sobre las piernas; también en el gesto ausente, distraído, sereno, incluso triste, al que nos aboca la lectura cuando es sugerente, una vez finalizada. Entre la algarabía reinante y la alegría vociferante exhalada desde las terrazas por la marea turística, la lectora de Bretón se erige como testigo silente. No brindará, ocupadas las manos en el pan de vida.

Ápeiron

  Buscas en las palabras aquello indefinido, ilimitado y siempre en eterno movimiento. No quieres moldes donde depositarlas, ni hornos donde cocerlas. Y cuando comienzas a escribir y a publicar las palabras no son ya tan indefinidas, ni ilimitadas, y a veces se te quedan postradas entre las manos como un pasmarote. Cuando nadie observa abres el horno y acaban cocidas las palabras, y a menudo un regusto a refrito en el paladar. Vas siempre buscando algo y regresas ¡cómo no! a Grecia, no necesariamente a Ítaca. Al fin el manuscrito ve la luz, ¿qué editorial es la partera? Ápeiron ediciones .

Adiós, maestro

  Ha muerto Mario Vargas Llosa . Quizás, como le sucedió a Umbral o a Cela, será recordado por muchos por cuestiones ajenas a la literatura: su relación con Isabel Presley. Los que tenemos cierta edad, le hemos dado la vuelta al jamón hace unos años, y hemos leído libros de Llosa como Los cachorros, un pequeño mundo en 32 páginas o hemos aprendido valiosas lecciones leyendo Cartas a un joven novelista o hemos quedado apresados como gotas de ámbar en la lectura infinita de Conversación en La Catedral sabemos de corazón y pensamiento que Llosa fue un magnífico escritor. Adiós, maestro.

Maniobras orquestales en la oscuridad

   Leo que se han hecho maniobras para que El Roto no ingrese en la Academia de Bellas Artes. Esto no es nuevo, las rencillas entre académicos y futuros académicos siempre han existido. Al leer la noticia en el periódico he buscado este fragmento en La novela de un literato de Rafael Cansino Assens . Gabriel Miró era, por otro estilo, muy parecido a Amado Nervo, en su actitud ante la vida. Un espíritu desasido, contemplativo, casi descarnado. Uno y otro parecían enfermos y tristes de haber leído a Kempis. Gabriel Miró era ya un muerto para la vida, enterrado en ese panteón de sus Obras Completas que no lee nadie .    A Miró le negaron la entrada en la Academia " sospechándolo de heterodoxia ".  

Sorda (Eva Libertad)

  No desatender la realidad puede ofrecernos una muy buena historia, como es Sorda . Un bellísimo ejercicio fílmico dotado de sensibilidad y conocimiento de la materia a tratar: la relación de una pareja formada por una mujer sorda y un hombre hablante que se adentran en el terreno de la procreación. ¿Qué es necesario para que mundos tan distintos y opuestos cohabiten, se entiendan y cunda en ellos el amor, a pesar de todos los problemas, miedos, inseguridades y frustraciones? La vida solo es soportable por el hecho de que nadie coincide con el dolor de nadie , escribió Cioran. Erraba Emil.   Sorda , producida por Distinto Films . Magníficas interpretaciones de Miriam Garlo y Alejandro Cervantes .