Estamos tan acostumbrados a los lugares comunes del género del terror que no lo reconocemos cuando lo vemos bajo otra apariencia. ¿No es terrorífico que una mujer profundamente religiosa y sensible, en un villorrio, en un bosque de Austria del siglo XVIII, después de casarse y no poder ser la perfecta esposa, y tampoco concebir, porque el marido no le da su simiente y deseosa de poner término a su vida, sepa que su única salida consistirá en cometer un crimen, solicitar el perdón del cura, ser perdonada, y entonces sí, poder morir e ir al cielo de los justos?
Crematorio, La zona y Nos vemos en la otra vida . En la dirección y/o guion Alberto y Jorge Sánchez-Cabezudo. Tres series espléndidas. En La zona , una fuga en el reactor de una central asturiana crea un ambiente mortuorio desapacible e inhóspito, donde cunde el desasosiego y la desesperanza, pues tres años después del incidente las cosas no han cambiado mucho. El escenario horripila de puro verosímil. La niebla, la lluvia, la luz grisácea son el marco. Si hubiera que poner en imágenes el infortunio con todas sus implicaciones y en toda su capilaridad, La Zona es la serie exacta.