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Mostrando entradas de marzo, 2024

Capendo el temporal

  Te dices que la AEMET nunca acierta y que si dan lluvias serán cuatro gotas, y ni corto ni perezoso, antes del mediodía ya estás en el camino. Atrás queda el campo de futbol de La Naval, delante un camino desierto. Esta vez no hay polifonía de cencerros y ladridos. Las abundantes aguas recientes se han transformado en lagunas improvisadas en las que incluso los patos se dan un chapuzón, al otro lado de la valla de espino. Continúas y antes de llegar al altozano dejas la ermita frente a ti, para tomar la senda de la izquierda y descender hasta un pilón. Piensas si Elba o Acantilado habrán dedicado ya un ensayo al fabuloso mundo de los pilones, siempre condenados a vivir en horizontal. El que ves, según la inscripción en la piedra, tiene siete décadas de vida y ahí anda ensimismado en la caricia del agua. Avanzas por el camino, y a tu derecha ves unos ladrillos, el proyecto de una casa. Piensas en un Thoreau moderno que no necesitase de un lago, sino de una torre de...

Los días del devenir

        Sinopsis   Los días del devenir son días significativos en las vidas de los septuagenarios Loreto y Julio. Un taller de escritura recreativa impartido por Sandra, en la residencia de personas mayores donde viven, les abrirá la puerta de su pasado a los recuerdos, en forma de viajes, aventuras, rupturas, desgracias, ausencias, desventuras o confesiones. El folio en blanco será para Loreto y Julio el terreno en el que desvivirse a diario, también la manera de conocerse mejor y reconocer asimismo al otro. Treinta días frenéticos para el lector, que se verá abocado a una hilarante narración llena de sorpresas y hallazgos alentada por la imaginación desbordante de Francisco Hermoso de Mendoza, que trata de curarse aquí de la enfermedad de contar, con una prosa plástica, voluptuosa y precisa .  La novela se principia con esta cita de Lorenzo Oliván .     El escritor Manuel Fernández Labrada reseña Los días del devenir en su esplénd...

La cima

  ¿Qué códigos rigen en la montaña? ¿Qué lleva a un hombre a jugarse la vida para depositar las cenizas de su amada en la cumbre del Annapurna ? ¿Qué abismo se esconde detrás del logro (aparentemente) totalizador de haber hecho todos los ochomiles de este planeta? La película La cima parece dispuesta a plantear más que a responder a estas preguntas. El ser humano resulta en este hábitat algo impropio, ajeno a las montañas; una marioneta en manos del hielo, del frío, del mal de altura. A ocho mil metros, la vida y la muerte danzan una coreografía macabra y ensimismada. 

Plantón

    Me resultó tan improbable que tuve que acercarme a medio metro para confirmar que era Matthew Fox. Allí estaba él, en una galería romana. Vencí mi timidez y, por primera vez en mi vida, decidí acercarme a un famoso y pedirle con mi inglés patatero una foto juntos. Buscó Fox apurado una salida, previendo quizás la inminente nube de admiradores. Me quedé con un palmo de narices. Mi mujer me animaba diciéndome que quizás no me había entendido. No photos . Repetía yo las palabras del actor como un eco, abatido, y en bucle, elevándolas hacia la gran cúpula de cristal.