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Beriain

 


No parten diez argonautas del mar de niebla, sino diez excursionistas hacia Beriain. Ascensión o calvario. ¡Anda!, Andoni ya baja como Pedro por su casa y saluda. Búscame en internet, dirá. Arriba el horizonte se alimenta a sí mismo. Parada en la ermita de San Donato. Pero ni oramos ni yantamos. Sobre nuestras cabezas, buitres y parapentes compartiendo el mismo aire. Se suceden los portillos en el barco de piedra, rumbo hacia la proa. Luego, la bajada pronunciada. ¡Danos pista (forestal) que vamos! ¿Quién va en busca del tiempo recolectando berros, lo pierde? No. Llegamos a Unanua. Empacho de vocales.

 

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