Crisipo de Solos era de difícil lectura
y tan oscuro como Heráclito. Epicteto atendiendo a la consigna de Ortega y
Gasset, trata de remedar a ambos, dando por bueno que “la claridad es la
cortesía del filósofo”. Epicteto trata de serlo, es su fin y nos da unas recomendaciones
para lograrlo. Se acoge al estoicismo. Su conducta la rige la impasibilidad, la
libertad y la imperturbabilidad. También la frugalidad, la austeridad. Rechaza
las tentaciones y los deseos, desdeña las opiniones ajenas sobre nosotros y
lucha contra aquello que sí está en nuestra mano y va en contra de la
naturaleza.