El motor de la película es la búsqueda de una hija por parte de su padre y su hermano. El corazón de las tinieblas es una rave en territorio marroquí. Muy fina es la línea que separa la aventura de la tragedia. La palabra hipnótico cobra aquí todo su sentido. El ritmo machacón de la música, similar a los latidos y las poderosas imágenes, hacen entrar en trance. La historia se alimenta de lo imprevisible y se sitúa en un lugar en el que parece no existir la vida humana, siempre tan frágil. El título es acertado. La película, brillante.