Las lecciones de Blaga es la manifestación de la metamorfosis experimentada por Blaga (también la llevada a cabo en el país, con la caída del comunismo en los noventa, al pasar a una economía de mercado capitalista), profesora de literatura búlgara jubilada (muy dada a reconvenir a sus interlocutores en el mal empleo que estos hacen de la lengua), cuando a la muerte del marido sufre un timo telefónico, con consecuencias fatales para ella. Víctima de la prensa, convertida en el hazmerreír local, su buena reputación se hará añicos: objeto de mofa y escarnio, incluso para su hijo, Blaga buscará la manera de obtener dinero para dar a su marido digna sepultura, en el plazo de los cuarenta días que el alma del difunto pasa en la tierra tras su fallecimiento, y antes de su destino final. El proceso que experimentará Blaga se demuestra irreversible, una vez abocada a cruzar al lado oscuro. Su rectitud moral será ahora una antigualla en sus manos. El descenso por las escaleras con el que culmina la película es también la bajada a los infiernos para Blaga.